lunes, 7 de noviembre de 2011

Agujetas

Las agujetas son una sensación de dolor muscular que se manifiesta entre 24 y 48 horas después de haber realizado ejercicio físico y puede durar varios días. 
Se puede decir que aparecen en personas que realizan ejercicio ocasionalmente y están poco entrenadas, en deportistas que pasaron por un período de recuperación y se vuelven a entrenar o también en deportistas que pasan a realizar ejercicios más fuertes de lo habitual.

  • Causas
Teoría de la microrrotura de fibras musculares: estas roturas están normalmente acompañadas de una inflamación en la zona afectada, el músculo dañado libera sustancias que estimulan a ciertas terminaciones nerviosas causando la sensación de dolor. Se puede entender como un mecanismo de defensa del cuerpo ante el ejercicio intenso.
Las fibras musculares por las que está compuesto el músculo no son todas del mismo grosor ni del mismo tipo. Por ello cuando al músculo se se somete a contracciones y extensiones por encima de su nivel de preparación, las fibras musculares más débiles se rompen o sufren roturas de continuidad. 
Existen otras explicaciones que no son válidas ya que desde los 90 se demostraron mediante biopsias musculares que el dolor producido después de una actividad física está causado por microrroturas de las fibras musculares. Por ello la teoría del ácido láctico tiene menos fundamentos, defiende por un lado que el aumento de la acidez provocado por el ejercicio físico estimula los terminales nerviosos del dolor; por otro lado que el lactato cristaliza produciendo posteriormente el dolor.
  • Síntomas
Los síntomas tienden a aparecer al día siguiente, generalmente al levantarnos:
  1. Dolor muscular pequeño y localizado.
  2. Disminución de la elasticidad.
  3. Molestias que duran entre dos y cinco días.
  • Tratamiento
Las agujetas son un proceso de adaptación muscular. Lo más efectivo suele ser:
  1. Tomar antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno o naproxeno).
  2. Aplicar frío, de este modo se baja la inflamación.
  3. Masaje en la zona para aumentar el riego sanguíneo y disminuir el proceso inflamatorio.
  4. Realizar ejercicios de estiramiento, que deben llevarse a cabo al acabar la práctica deportiva.
  5. Realizar el ejercicio que ha provocado las agujetas pero con menor intensidad.
  • Prevención
Si no se está en forma es conveniente evitar que las primeras sesiones de entrenamiento sean muy intensas. En general es bueno evitar los aumentos bruscos de intensidad del ejercicio. 
Uno de los aspectos más importantes es realizar un buen calentamiento y estirar el músculo antes y después de realizar en ejercicio.
Resulta esencial un aumento progresivo de la intensidad del entrenamiento para que vayan poco a poco adaptándose las fibras musculares al esfuerzo.

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